Alimentos y hábitos para mejorar la audición

Nuestra capacidad de oír nos conecta con el mundo que nos rodea. Una buena salud auditiva nos permite disfrutar de los sonidos de la naturaleza, entablar conversaciones, apreciar la música... 

Sin embargo, los ambientes ruidosos en que solemos movernos en nuestro día a día, la exposición excesiva al ruido y el uso continuado de auriculares (muchas veces a un volumen demasiado alto y poco saludable para nuestros oídos), tienen como resultado que nuestra salud auditiva se vaya deteriorando. 

Mantener hábitos auditivos saludables puede ser crucial para nuestro bienestar general y para nuestra calidad de vida. Prevenir la pérdida de audición y los problemas que conlleva está en nuestras manos y podemos contribuir a escuchar mejor con una serie de gestos sencillos en nuestro día a día. 

Con motivo del Día Internacional de la Audición, que se conmemora el próximo 3 de marzo, en este artículo te hablamos de alimentos y hábitos para mejorar la audición. Y en nuestros establecimientos de Rambla Cataluña 125 y La Roca Village podrás disfrutar de un ambiente agradable, en el que regulamos incluso el volumen de la música y también tenemos plafones insonorizantes para reducir los ruidos, todo para que te sientas confortable cada vez que nos visitas.

Alimentos para mejorar la audición

Una alimentación saludable es clave para una buena salud auditiva. Consumir una dieta rica en nutrientes, especialmente aquellos bajos en grasas y azúcares y con propiedades antioxidantes, mejorará tu salud auditiva y tu calidad de vida. Hay algunos nutrientes que son fundamentales para que tu sistema auditivo se mantenga en buenas condiciones. Hablamos de minerales como magnesio, potasio o zinc y de nutrientes como el ácido Omega 3. Toma buena nota de los alimentos que los contienen e inclúyelos en tu dieta. 

Magnesio

Contribuye a estabilizar la función nerviosa y a proteger las células ciliadas del oído interno cuando se exponen a ruidos fuertes. Por sus características, también puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo, mientras que un déficit de magnesio puede provocar falta de oxígeno, lo que es perjudicial para la audición. 

Algunos alimentos ricos en magnesio son el chocolate amargo, las semillas de calabaza y las de lino, frutos secos como nueces, anacardos y almendras, los cereales integrales, aguacate, el salmón, las legumbres, la col rizada, las espinacas y los plátanos. 

Potasio

El potasio ayuda a regular el equilibrio de líquido en el cuerpo. Esto es beneficioso para una buena audición porque algunos estudios apuntan a que una disminución de líquido en el oído interno se asocia a pérdida de audición. 

Alimentos como pepinos, champiñones, boniatos, patatas, huevos, plátanos, albaricoques, melón, naranjas, guisantes, aguacates, espinacas, coco, sandía y edamame son una gran fuente de potasio. 

Zinc

Ayuda al crecimiento celular y también puede ayudar a estimular el sistema inmunológico, ayudando a prevenir infecciones de oído. Según diversos estudios, una dieta rica en zinc se asocia a una menor probabilidad de desarrollar tinnitus (ruidos en el oído) y sordera asociada a la edad.

Legumbres como guisantes, lentejas y cacahuetes, frutos secos como los anacardos, crustáceos como langosta o cangrejo, las ostras, carnes como el cerdo, la ternera y el pollo de corral, los champiñones, verduras como la col rizada o las espinacas y otros alimentos como el ajo, la avena, las semillas de calabaza y el chocolate amargo aportan zinc a tu dieta.

Ácidos grasos Omega 3

Son uno de los principales antioxidantes, por lo que pueden ayudar a retrasar o prevenir la pérdida auditiva relacionada con la edad, entre otras muchas propiedades beneficiosas, como las relacionadas con el control de los niveles de colesterol.  

Algunos alimentos ricos en Omega 3 son: nueces, semillas de lino, de chía y de cáñamo, las coles de Bruselas y las espinacas, las ostras y pescados como sardinas, atún, caballa, arenque y salmón.

Hábitos para mejorar la audición

Conoce tus oídos

Dedica tiempo a explorar tus oídos y a reconocer cómo se comportan en diferentes situaciones. Por ejemplo: ¿Sueles tener problemas con la acumulación de cera? ¿Se te suelen taponar los oídos cuando viajas en avión o cambias de nivel en carretera? ¿Te molestan los auriculares después de un rato de uso? Conocer este tipo de información sobre tus oídos te ayudará a cuidarlos mejor y estar preparado.

Reconoce las señales

A veces, nuestro cuerpo nos envía señales para avisarnos de que algo no va tan bien como debería. En el caso de la pérdida de audición suelen ser señales claras que, sin embargo, no siempre sabemos reconocer. Cosas como ver la tele o escuchar música a un volumen más alto que de costumbre (sin que haya cambiado el ambiente), tener dificultades para entender a la persona con la que estamos hablando si no está de frente a nosotros o que nos resulte más difícil seguir una conversación en ambientes ruidosos son algunas de esas señales. Si notas alguna de ellas, tal vez sea el momento de visitar a un especialista.

Protege tus oídos

La exposición a ruidos fuertes es una de las principales causas de daño auditivo, según la OMS. Igual que protegemos nuestros ojos del sol usando gafas específicas, es buena idea utilizar tapones u orejeras anti-ruido cuando vayamos a hacer actividades ruidosas como taladrar, cortar el césped, pasar la aspiradora… Otra forma de proteger los oídos es mantener el volumen de los auriculares en niveles saludables (actualmente, casi todos los dispositivos de audio avisan cuando sobrepasamos el límite saludable de volumen) y hacer descansos cada 60 minutos. 

Cuida tu higiene auditiva

Lávate las manos con frecuencia y siempre que vayas a tocarte los oídos (muchas infecciones que entran en nuestro cuerpo a través de las manos terminan afectando a la audición), visita a tu médico de cabecera siempre que notes dolor o cualquier comportamiento extraño en tu oído (secrecciones, sensación de taponamiento…) y utiliza métodos no invasivos para limpiar tus oídos (si todavía tienes bastoncillos de algodón en casa, es el momento de decirles adiós): evitarás obstrucciones y problemas mayores.

Come bien y actívate

El ejercicio regular y una dieta equilibrada pueden contribuir al bienestar general, incluida la salud auditiva, según diversos estudios. La actividad física habitual mejora la circulación sanguínea en los oídos, mientras que una dieta rica en nutrientes como los que te hemos explicado más arriba ayuda a mantener una buena salud del sistema auditivo.

En Andreu Gastronomia nos hemos propuesto ayudarte a llevar un estilo de vida saludable, por eso te ofrecemos contenidos con los que mejorar tu día a día y alimentos de la Dieta Mediterránea que ponen en tu plato salud y pura felicidad.

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